Para minimizar el impacto climático neto en nuestros campus de centros de datos, tanto actual como futuro, consultamos con expertos locales y decidimos la tecnología de refrigeración necesaria según la región, buscando un equilibrio entre la disponibilidad de energía libre de carbono¹ y el suministro responsable de agua.

En muchos lugares, el agua es el medio de refrigeración más eficiente. Si se utiliza de forma responsable, la refrigeración por agua puede desempeñar un papel importante en la reducción de emisiones.

En el 2023, compartimos nuestro marco de riesgo hídrico, que describe nuestro enfoque basado en datos para hacer un uso responsable del agua en los centros de datos que son propiedad de Google. Siguiendo la estela de nuestro enfoque con conciencia climática para refrigerar nuestros centros de datos, este marco presenta un proceso práctico y repetible que permite evaluar el estado de las vertientes y los riesgos hídricos en todas nuestras ubicaciones, centrándose en la escasez de agua y en el riesgo de agotar fuentes de agua dulce.

En nuestros centros de datos nos proponemos aplicar tecnologías y soluciones que reduzcan el consumo de agua potable siempre que sea posible, y utilizar fuentes alternativas como aguas residuales regeneradas e incluso agua de mar. En el 2023, el 22 % del agua total extraída para nuestros centros de datos (exceptuando el agua de mar) fueron aguas residuales y otros tipos de agua no potable regenerados, y aproximadamente un tercio de nuestros campus de centros de datos utilizaron refrigeración de aire o fuentes de agua no potable.

Por ejemplo, en nuestro centro de datos en el condado de Douglas (Georgia), redirigimos el agua del alcantarillado local que, de otro modo, se vertería en el río Chattahoochee y la utilizamos para refrigerar nuestras instalaciones. Además, en nuestro centro de datos de Eemshaven (Países Bajos), nos asociamos con la comunidad para utilizar agua de canales industriales para refrigerar nuestro centro de datos y reservar el agua potable para otros usos.

En todo el mundo, nuestras oficinas utilizan agua para diversas necesidades, que van desde preparar comida para los trabajadores hasta mantener servicios de saneamiento, regar los jardines del campus y mantener frescos nuestros espacios de trabajo. Adoptamos diversos enfoques para gestionar el agua de forma responsable e impulsamos el uso racional del agua en nuestras operaciones inmobiliarias mediante el aumento de la eficiencia y la obtención de agua de fuentes no potables.

Una de las principales formas de conservar el agua en los lugares de trabajo de Google es adoptando normas de diseño sostenible acordes con las principales certificaciones de terceros, como Living Building Challenge (LBC). Nuestros requisitos de diseño para edificios de nueva construcción incluyen la incorporación de elementos de fontanería eficientes en el consumo de agua, como grifos, inodoros y sistemas de riego. En el caso de los edificios ya construidos, nuestras normas de diseño también incluyen la sustitución de instalaciones antiguas por otras de alta eficiencia en todos los espacios a los que nos traslademos, así como la instalación de contadores de agua con detección automática de fugas.

Además de estas normas, impulsamos la custodia del agua en nuestros lugares de trabajo desarrollando soluciones innovadoras que intentan ser reproducibles y escalables. Por ejemplo, nuestro nuevo campus Bay View, que se inauguró en el 2022, está en vías de convertirse en el mayor proyecto urbanístico del mundo en obtener la certificación Water Petal de LBC, con el objetivo de producir más agua no potable de la que se demanda en las instalaciones.

Además, fomentamos la custodia del agua en nuestros campus diseñando paisajes con plantas autóctonas y especies resistentes a la sequía. También utilizamos suministros de agua no potable cuando están disponibles y ampliamos las conducciones municipales de agua reciclada para dar servicio a más instalaciones.

Para abordar los retos relacionados con el agua que plantea nuestra cadena de suministro, se necesitan datos hídricos de alta calidad. Por eso, pedimos a los proveedores que proporcionen datos relacionados con el agua a través de la plataforma de la cadena de suministro de CDP.

Este informe incluye datos sobre todas las fuentes de extracción de agua, el volumen de agua que se pierde en la extracción y los efluentes de agua vertidos, entre otras métricas. En el 2023, obtuvimos una tasa de respuesta del 87 % (108 de 124) por parte de los proveedores a los que invitamos a participar en la encuesta sobre seguridad hídrica del programa Supply Chain de CDP.

En el 2021, anunciamos nuestro objetivo de reponer más agua de la que consumimos para el 2030. Nuestro objetivo es reponer el 120 % del volumen de agua dulce¹ que consumimos, de media, en nuestras oficinas y centros de datos, y ayudar a restaurar y mejorar la calidad del agua y la salud de los ecosistemas de las comunidades en las que operamos.

Se trata de un objetivo ambicioso, sobre todo si se tiene en cuenta el crecimiento de nuestro negocio y la complejidad que conlleva la custodia del agua a escala mundial. Para comprender qué intervenciones pueden tener más impacto es necesario conocer bien los problemas relacionados con la gestión hídrica a nivel local. Además, la reposición del agua es un campo aún en desarrollo en el que no siempre resulta sencillo identificar oportunidades maduras de implementación de proyectos.

Aspiramos a alcanzar los resulados de reposición esperados mediante inversiones continuas y a gran escala en proyectos situados en las cuencas hidrográficas de las que dependemos para suministrar agua a nuestros centros de datos y oficinas. Colaboramos con partners externos en la ejecución de estos proyectos, que aportan beneficios tanto en términos de volumen de agua como de mejora de otros aspectos locales relevantes para la salud de las cuencas hidrográficas, como la calidad del agua, el acceso de las comunidades al agua y la biodiversidad.

Aunque aún nos queda un largo camino por recorrer para alcanzar nuestro objetivo para el 2030, estamos orgullosos de nuestros progresos: repusimos el 18 % del agua dulce que consumimos en el 2023.

Liderados por nuestro equipo de Google Earth Solidario, estamos ayudando a escalar modelos y soluciones que permiten visualizar y procesar la información sobre los recursos de agua. A nivel individual, Google trabaja para proporcionar a personas de todo el mundo información y herramientas para gestionar los recursos hídricos de forma eficaz y mejorar la preparación ante desastres relacionados con el agua.

Tras el lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) solicitó a los 193 países miembros que facilitaran datos del indicador 6.6.1 sobre sus ecosistemas de agua. En aquel momento, la mayoría de los países miembros no podían informar sobre esta métrica. Para solucionar esa deficiencia, el PNUMA y el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea se asociaron con Google para desarrollar Freshwater Ecosystems Explorer, que permite cuantificar y visualizar los cambios de las aguas superficiales a lo largo de décadas. Esta plataforma geoespacial de datos gratuita y fácil de usar permite acceder a datos sobre ecosistemas de agua dulce nacionales y regionales para ayudar en la toma de decisiones.

Google, junto con grupos de investigación académicos y gubernamentales, también participó en el desarrollo de OpenET para contribuir a mejorar la gestión del agua apoyando el desarrollo de modelos de evapotranspiración (ET). Estos modelos proporcionan estimaciones de la cantidad de agua que se transfiere de la tierra a la atmósfera, un proceso crucial pero difícil de medir en el ciclo hidrológico global. OpenET pone los datos de ET obtenidos por satélite al alcance de agricultores, propietarios de tierras y gestores de agua.

Secuencia acelerada en Google Earth es un vídeo global del planeta que se puede ampliar con el zoom y que muestra los cambios dinámicos de la Tierra a partir del año 1984: desde la aparición de sistemas de riego en los desiertos de Egipto hasta la evolución a lo largo del tiempo de los meandros de los ríos de la selva amazónica de Pucallpa (Perú).

La iniciativa Previsión de Inundaciones de Google, que se lanzó en el 2018, utiliza IA para predecir cuándo y dónde se producirán inundaciones fluviales, para ayudar a proteger a las personas y que estén informadas. Este avance es el resultado de enfoques de modelización innovadores que utilizan el aprendizaje automático para crear modelos escalables en entornos reales.

Además de las alertas de inundaciones en determinados países, nuestra plataforma Flood Hub muestra las previsiones de inundaciones para ayudar a Gobiernos, organizaciones de ayuda y comunidades en riesgo a tomar las medidas oportunas.

Aplicamos métodos de aprendizaje automático avanzados a una amplia gama de conjuntos de datos públicos, como imágenes por satélite y datos fluviales y meteorológicos. Estos conjuntos de datos ayudan a generar previsiones de alta calidad con hasta siete días de antelación mediante dos modelos, uno hidrológico y otro de inundación, que pueden predecir cuándo se desbordarán los ríos y los lugares exactos donde lo harán. Estos sistemas de alerta temprana ayudan a salvar vidas y medios de vida.

En el 2023, Flood Hub mostró previsiones para más de 80 países de cinco continentes, incluidos algunos de los territorios con mayores porcentajes de población expuesta al riesgo de inundaciones, en los que viven más de 460 millones de personas.¹ A finales del 2023, anunciamos la ampliación de las previsiones de inundaciones fluviales en Flood Hub para Canadá y Estados Unidos, donde hay más de 800 localidades cercanas a ríos en las que viven más de 12 millones de personas.

Además del trabajo que encabeza nuestro equipo de Google Earth Solidario, Google.org también ha concedido millones de dólares en ayudas a organizaciones que desarrollan soluciones prometedoras de custodia del agua, entre las que se incluyen:

• BlueConduit, para desarrollar herramientas de acceso público que permitan cuantificar y cartografiar tuberías de plomo peligrosas en comunidades vulnerables, un primer paso fundamental para sustituir las infraestructuras de agua poco seguras.
  
• Global Water Watch, cuyo objetivo es difundir información sobre los recursos hídricos. Esta información ayudará a responsables políticos, organizaciones conservacionistas y comunidades a gestionar mejor los recursos hídricos de forma colectiva.