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Marzo 2018

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Hemos colaborado con la Fundación Ellen MacArthur para analizar las prácticas de economía circular que se están llevando a cabo en nuestros centros de datos

Foto en primer plano de un montón de pequeñas placas de circuitos.

Quizá tú formes parte del menos del uno por ciento de los empleados de Google autorizados a acceder a un centro de datos alguna vez. De ser así, primero se verificará tu identidad en la puerta de seguridad del campus; después, deberás someterte a un control de seguridad en la recepción del edificio; luego recorrerás un pasillo de seguridad exterior y, por último, pasarás por un proceso de control de acceso multifactor con distintivos lenticulares y autenticación biométrica.

Cuando por fin llegues a la planta, verás a tu alrededor infinidad de servidores y kilómetros de fibra óptica resonando por todas partes, iluminados por una luz azul. Este centro de datos en Lenoir (Carolina del Norte) y los otros trece repartidos por todo el mundo son el verdadero corazón de la era digital y la pieza clave en la misión de Google de implementar un nuevo tipo de economía: la economía circular.

Imagen de un centro de datos de Google en Europa con aerogeneradores al fondo
Nuestro centro de datos en Eemshaven (Países Bajos).

La economía actual es lineal, es decir, tiene un principio y un final. Las empresas encuentran materiales, los convierten en un producto y envían dicho producto a un usuario final que, con el tiempo, lo tira a la basura. Pero este sistema tiene que cambiar. En el 2017, la demanda mundial de recursos fue alrededor de 1,7 veces lo que la Tierra puede suministrar en un año, por lo que este modelo de economía lineal pronto llegará a su límite físico y no habrá vuelta atrás.

Un modelo de economía circular es reparador y regenerativo por diseño. Los productos, los componentes y los materiales en una economía circular se crean casi literalmente para volver a crearse, es decir, están diseñados para que resulte fácil reacondicionarlos, repararlos, reutilizarlos y reciclarlos. "Una economía circular sólida comienza en la fase de diseño", explica Chris Adam, director de la cadena de suministro de Google. "El reto es diseñar productos y tecnología teniendo en cuenta la regeneración desde el principio, sin sacrificar nunca el rendimiento".

El esfuerzo constante de Google por sacar más partido de cada elemento de sus centros de datos ha sido el centro de una asociación con la Fundación Ellen MacArthur, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a empresas de todo el mundo a adoptar prácticas de economía circular y experimentar sus enormes beneficios. "Los principios de la economía circular proporcionan a la industria digital, como a cualquier otro sector, multitud de oportunidades nuevas para consolidar su crecimiento al margen de la limitación de recursos", explica Ian Banks, de la Fundación Ellen MacArthur.

Los centros de datos de Google son las instalaciones que mantienen en funcionamiento productos como la Búsqueda, Gmail y YouTube para que los usen miles de millones de personas de forma ininterrumpida. Google escogió sus centros de datos como objeto de estudio para analizarlos con el equipo de la Fundación Ellen MacArthur, ya que suelen requerir una gran cantidad de materiales. Son como pequeñas ciudades repletas de servidores, unidades de disco duro, routers y otros componentes que, debido al uso masivo y al ritmo frenético de los avances tecnológicos, solían tener una vida útil relativamente corta. Cualquier mejora en la eficiencia de ese entorno puede tener un efecto positivo extraordinario. Era un lugar perfecto para observarlo de cerca e identificar todas las iniciativas que había en marcha.

Interior de una sala de servidores del centro de datos de Council Bluffs, Iowa, EE. UU.
Nuestro centro de datos de Council Bluffs, en EE. UU., tiene una superficie de más de 10.600 metros cuadrados. Aprovechamos al máximo cada centímetro para que los usuarios puedan utilizar servicios como la Búsqueda de Google y YouTube con la mayor eficiencia posible.

Google trabajó con el equipo de la Fundación Ellen MacArthur para analizar las prácticas de economía circular puestas en marcha en los centros de datos de Google a través de cuatro estrategias:

MANTENER: en pocas palabras, el objetivo de esta premisa consiste en sacarle más partido a la vida útil de cada material del centro de datos. Cuando hay que reparar los servidores, las piezas afectadas se sustituyen cada vez más con elementos reacondicionados de servidores de Google antiguos, lo que prolonga la vida útil de las unidades de disco duro. En el 2016, el 22 % de los componentes de Google utilizados para reparar las máquinas era inventario reacondicionado.

REACONDICIONAR: Google fabrica y reconstruye sus propios servidores a medida teniendo en cuenta su reacondicionamiento desde el principio. Antes de dejar de usar las unidades de disco duro, se sobrescriben todos sus datos. A continuación, se verifica su anulación con una lectura completa del disco, un proceso con el que nos aseguramos de que no quede rastro de los datos del cliente en el disco duro. En ese momento, los servidores retirados comienzan el segundo ciclo de su vida útil: se despiezan por componentes independientes (placa base, CPU, unidades de disco duro, etc.), se inspeccionan y se preparan como inventario reacondicionado. Las piezas reacondicionadas se utilizan para fabricar servidores que tienen el mismo rendimiento que una máquina nueva. En el 2016, el 36 % de los servidores que instaló Google eran refabricados. En las renovaciones y reparaciones, también se aprovecha la reserva de inventario reacondicionado.

REUTILIZAR: que Google no necesite una pieza de tecnología concreta no quiere decir que no sea valiosa. Google lleva a cabo evaluaciones trimestrales y redistribuye el exceso de inventario de los centros de datos, que puede ser útil desde el punto de vista comercial. Los componentes sin usar se borran y se comprueban en diversas ocasiones hasta que están listos para venderlos en el mercado de segunda mano. "La economía circular nos ha motivado a ser más creativos a la hora de buscar canales de reutilización. Hemos desarrollado herramientas y procesos mejores que identifican oportunidades de reutilización en Google, además de poner en marcha nuevos canales de reventa externos para dar salida a materiales que se habían descartado anteriormente", aclara Chris Adam. El año pasado, Google revendió más de 2,1 millones de unidades que organizaciones de todo el mundo pudieron aprovechar.

RECICLAR: Google maximiza el reciclaje de todos los materiales de los centros de datos. En el caso de las unidades de disco duro que no se pueden revender, Google dispone de un proceso de eliminación de varios pasos para asegurarse de que no se pueda acceder a ninguno de sus datos. En uno de los pasos, se utiliza una trituradora para atravesar el centro de la unidad con un pistón de acero, de manera que se deforman los discos y se vuelven ilegibles. A continuación, las unidades se desmenuzan y se envían, junto con el resto de los residuos electrónicos, a un partner de reciclaje que se encarga de procesarlas de forma segura.

Un ingeniero de Google cambia una placa base
Un ingeniero de Google cambia una placa base. Cuando deja de funcionar alguna pieza del servidor, primero intentamos repararla. Si no podemos, desmontamos sus componentes para reciclarlos.

En el 2016, varias de nuestras estrategias de reciclaje, incluido el compromiso de encontrar nuevos usos a los materiales, consiguieron rebajar en un 86 % los residuos que acaban en vertederos en los centros de datos de todo el mundo, y seis de los catorce centros de datos de Google lograron acabar con el 100 %.

Las iniciativas de economía circular que se llevan a cabo en los centros de datos de Google son la combinación perfecta de beneficios para el planeta y para la empresa. "La magnitud del reaprovechamiento y la reutilización que hacemos de los materiales es sorprendente", señala Shobhit Rana, responsable de la planificación de redes en Google. "El impacto positivo no es solo medioambiental, sino también económico".

Además de las prácticas en sus centros de datos, Google tiene una larga lista de otros cambios actuales y futuros de la economía circular en todo el mundo, como el uso de la tecnología en las cafeterías de Google para evitar el desperdicio alimentario y seguir siendo el comprador corporativo de energía renovable más grande del mundo.

"Nuestro objetivo es incorporar los principios de la economía circular al conjunto de la infraestructura, las operaciones y la cultura de Google", afirma Kate Brandt, responsable de sostenibilidad de Google.

"Eso significa que nos centraremos en todas las oportunidades posibles para erradicar los residuos mediante el diseño circular: en nuestros centros de datos, cocinas, campus y en todo lo que hacemos en todo el mundo".

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  • SEPTIEMBRE 2016

    La economía circular en funcionamiento en los centros de datos de Google

    En este caso de éxito se analizan las prácticas que hemos aplicado a través del mantenimiento, el reacondicionamiento o refabricación, la redistribución o la venta en el mercado secundario y el reciclaje.

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