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Una química más segura para una fabricación saludable

Octubre de 2018

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Nuestro rol

Elaboramos una lista de sustancias restringidas para la fabricación de dispositivos de Google y lanzamos un programa de capacitación sobre la temática.

Una trabajadora arma un producto de hardware para usuarios finales.

Los consumidores tienen razones legítimas para preocuparse por las sustancias químicas tóxicas, como el plomo o los retardantes de llama, presentes en los productos electrónicos. En Google, reconocemos la importancia de evitar estas sustancias en nuestros productos, como el Pixel 2 o las Chromebook y de prevenir el uso de sustancias peligrosas durante la fabricación de nuestros dispositivos, con el objetivo de salvaguardar la salud y la seguridad de las personas que participan en la producción.

La premisa es clara: así como nadie debe sufrir daños al usar un producto de Google, nadie debería hacerlo al fabricarlo.

Para eliminar estas sustancias químicas peligrosas del proceso de fabricación, es necesario colaborar estrechamente con nuestros proveedores que son quienes generalmente controlan la selección y el manejo de esas sustancias, y la formación sobre su uso responsable. Por eso, hemos trabajado intensamente para comprender las causas y los efectos de las prácticas actuales de gestión de sustancias químicas con el objetivo de ayudarles a adoptar alternativas más seguras.

Muchas de las sustancias utilizadas durante el proceso de fabricación no están presentes en el producto ni en el envase que llega a los consumidores. Sin embargo, están si lo están en limpiadores, desengrasantes y fluidos de corte que se utilizan durante el proceso de fabricación, y pueden suponer una amenaza tanto para las personas que trabajan en nuestra cadena de suministro como para el medioambiente.

Para eliminar estas sustancias químicas peligrosas del proceso de fabricación es necesario colaborar estrechamente con nuestros proveedores,1 que son quienes generalmente controlan la selección y manejo de esas sustancias, y la formación sobre su uso. Por eso, hemos trabajado intensamente para comprender las causas2 y los efectos de las prácticas actuales de gestión de sustancias químicas con el objetivo de ayudarles a adoptar alternativas más seguras.3

También nos enfocamos en evitar el uso de sustancias químicas que contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, estamos trabajando para eliminar gradualmente el hexafluoruro de azufre, un gas que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, tiene un potencial de calentamiento global 22,800 veces superior al del dióxido de carbono en un periodo de 100 años.4

Trabajador de una fábrica en su estación de trabajo con gorro y máscara.
Las sustancias utilizadas en el proceso de fabricación incluyen limpiadores, desengrasantes y líquidos de corte que no están presentes en los productos ni en los envases que llegan a los consumidores.

Mejorar la protección de los equipos de trabajo

Uno de los compromisos fundamentales de Google es proteger la salud y el bienestar de todas las personas que entran en contacto con nuestros productos. Poco después de lanzar el programa "Cadena de suministro responsable" en 2013, empezamos a auditar el uso y manejo de sustancias químicas peligrosas por parte de los proveedores durante el proceso de fabricación. Estos requisitos, que forman parte de nuestros criterios de auditoría más amplios, incluyen desde garantizar la existencia de sistemas para identificar, supervisar y controlar la exposición de los equipos de trabajo a sustancias peligrosas hasta demostrar la seguridad de los procedimientos de manipulación, almacenamiento y eliminación de sustancias químicas.

A medida que el proceso evoluciona, buscamos mejores formas de protección y suministro responsable. En 2017, publicamos una nueva lista de sustancias restringidas en la fabricación (LSRF) que sumamos a la ya existente. Posteriormente, lanzamos un nuevo programa de evaluación de LSRF para proveedores de dispositivos.

El programa distingue las sustancias restringidas para la fabricación mediante un proceso sistemático de autoevaluación que deben completar los fabricantes de dispositivos de Google. En estas evaluaciones, pretendemos conocer qué sustancias químicas de la lista (si las hay) utilizan actualmente nuestros proveedores, cómo se usan, el tipo de controles a la exposición que se aplican y cuántos personas se ven implicadas en el proceso. También buscamos información sobre los sistemas de control de los proveedores: ¿Miden las concentraciones en el aire de este tipo de sustancias en sus instalaciones? ¿Verifican la eficacia de la ventilación? ¿Llevan un registro de la exposición de las personas involucradas?

Una vez que conocemos el panorama, trabajamos con esas empresas para que adopten las medidas necesarias y elaboren planes para eliminar progresivamente las sustancias químicas de la lista.

Invertir tiempo para mejorar los procesos productivos

Es importante que las empresas proveedoras comprendan el proceso de evaluación y conozcan nuestras expectativas. Por este motivo, en enero de 2018, implementamos un programa de formación sobre la LSRF. El programa está disponible para todas las empresas proveedoras de dispositivos e incluye un seminario en línea, diversos talleres, capacitaciones presenciales en las fábricas y cursos de aprendizaje en línea en inglés y chino. Además, para garantizar el cumplimiento del programa, realizamos investigaciones de seguimiento y auditorías en las plantas para detectar riesgos relacionados con estas sustancias y supervisar los controles.

Para una correcta ejecución, el proceso de evaluación y la adaptación a las exigencias de seguridad puede ser complicado. En algunos casos, las empresas proveedoras deben adaptar un proceso que han seguido durante años, implementar nuevos controles, capacitar a su personal y establecer procedimientos de seguridad que no formaban parte de sus procesos habituales. Esto puede aumentar los costos y ralentizar la producción.

También les pedimos ¿que propongan alternativas a las sustancias incluidas en la LSRF. que sean más seguras para el personal, pero que no perjudiquen el rendimiento del producto ni tengan consecuencias imprevistas. Analizamos minuciosamente el impacto de estas alternativas en las personas, el medio ambiente, la fabricación, la normativa y el rendimiento del producto.

Trabajador de una fábrica con uniforme a cuadros, gorro y máscara, concentrado en una tarea en su estación de trabajo.
Mientra buscamos alternativas más seguras, trabajamos junto a las empresas proveedoras para que implementen controles eficientes, reciban las capacitaciones necesarias y cuenten con el equipo de protección adecuado.

En algunos casos, es difícil eliminar inmediatamente una sustancia química potencialmente peligrosa. Mientras trabajamos para desarrollar una alternativa más segura, hacemos todo lo posible para que los equipos de trabajo estén protegidos, lo que incluye garantizar que las empresas proveedoras implementen controles eficientes, reciban las capacitaciones necesarias y cuenten con el equipamiento de protección adecuado.

Nuestros objetivos son ambiciosos. A medida que evolucione el programa, esperamos colaborar con más empresas proveedoras, organizaciones no gubernamentales y otros agentes de la industria para homologar las normas de manejo y control de sustancias químicas y compartir las mejores prácticas. También impulsamos la proactividad a la hora de eliminar las sustancias peligrosas en todas las líneas de fabricación y la utilización de alternativas más seguras. Es muy importante que estas empresas eliminen las sustancias peligrosas cuando fabrican productos de Google, pero el progreso será limitado si se continúan utilizando este tipo de sustancias en la fabricación de productos que no pertenecen a Google. Resulta indispensable que toda la industria trabaje en su eliminación definitivamente de todos los procesos de producción.

En última instancia, nuestro programa de evaluación es un paso en un recorrido más largo. Como empresa, aspiramos a mejorar la seguridad de quienes utilizan y fabrican nuestros productos, y apoyan nuestras operaciones. Para ello, es necesario crear un modelo de cadena de suministro que proteja a las personas en cada una de las etapas.

1 "Ficha técnica del benceno", Programa nacional de vigilancia biológica, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Última actualización: 7 de abril de 2017, https://www.cdc.gov/biomonitoring/Benzene_FactSheet.html.

2 "Tolueno", Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Última actualización: 26 de junio de 2018, https://www.cdc.gov/niosh/topics/toluene/default.html, https://www.cdc.gov/niosh/pel88/110-54.html.

3 "Disolventes orgánicos", Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Última actualización: 10 de octubre de 2017, https://www.cdc.gov/niosh/topics/organsolv/default.html.

4 Cambio climático 2007: Bases científicas físicas, Contribución del Grupo de Trabajo I al Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (2007), https://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/wg1/en/ch2s2-10-2.html.