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Mirando al norte: los frutos de nuestros acuerdos de energía renovable en los países nórdicos

Octubre de 2017

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Hemos celebrado acuerdos en muchos mercados, que constan de contratos a largo plazo y permiten la construcción de nuevos proyectos renovables, ya que garantizan el precio al que podrán vender su energía durante un período determinado. Además de proporcionar una nueva fuente de energía renovable a la red eléctrica, estos acuerdos también son ventajosos para Google en términos fiscales.

Turbinas eólicas cerca del agua, situadas a lo largo de una delgada franja de tierra en un clima con niebla.

Google, que cuenta con 14 centros de datos en cuatro continentes y oficinas en 150 ciudades de todo el mundo, consume mucha energía. Queremos que nuestra empresa funcione de una manera responsable con el medio ambiente. En 2012, fijamos el objetivo de utilizar el 100% de energía renovable; es decir, que anualmente compremos suficiente energía renovable a nivel mundial para equiparar nuestro consumo como empresa.

Para lograrlo, en muchos mercados celebramos acuerdos de compraventa de energía (PPA), que constan de contratos a largo plazo y permiten la construcción de nuevos proyectos renovables, ya que garantizan el precio al que podrán vender su energía durante un período determinado. Además de proporcionar una nueva fuente de energía renovable a la red eléctrica, estos acuerdos también son ventajosos para Google en términos fiscales: cuando firmamos un acuerdo para comprar energía eólica o solar a un precio fijo durante un período prolongado, nos protegemos contra los futuros aumentos en los precios de la energía en el mercado. "Logramos certeza en nuestros costos a largo plazo", dice Neha Palmer, jefa de Estrategia Energética de Google. "Los PPA son mejores para el planeta y mejores para nuestra empresa".

Cuando firmamos nuestro primer PPA de energía eólica en 2010, Google era una de las primeras empresas no eléctricas en adquirir proactivamente grandes cantidades de energía renovable para sus operaciones. Para 2016, como se indica en este artículo, nos habíamos comprometido con 20 proyectos que representaban un total de 2.6 gigavatios en todo el mundo, lo que convirtió a Google en el comprador corporativo de energía renovable más importante del mundo. Como resultado de estos esfuerzos, lograremos nuestro objetivo de 100% de energía renovable en 2017.

Hombre trabajando en una instalación sucia de tierra junto a un campo de tulipanes

Es un gran hito, pero recién estamos empezando. Nuestra ambición a largo plazo es igualar nuestro consumo de electricidad a nivel local con energía renovable comprada en la misma red eléctrica. Dos centros de datos de Google en la UE, ubicados en Finlandia y los Países Bajos, nos marcan el camino. En Finlandia, aprovechamos directamente el viento nórdico para abastecer las instalaciones, y el centro de datos de los Países Bajos fue el primero de nuestra flota en ser 100% renovable desde el comienzo.

El mercado energético Nord Pool, que abarca los países escandinavos, es un caso interesante, particular y un claro ejemplo de cómo influyen las adquisiciones corporativas en el desarrollo renovable. La estructura abierta y competitiva del mercado energético, en el que los clientes pueden elegir su suministro de energía, es muy propicia para habilitar la creatividad en la compra energética. La combinación de la estructura del mercado y la creciente presencia regional de Google, su compromiso de abastecerse de energía renovable y su voluntad de invertir en el desarrollo energético a largo plazo permitió generar casi 600 MW adicionales de capacidad en los parques eólicos de la empresa. Esto representa un incremento significativo de nuevos recursos energéticos en la región nórdica y agiliza el desarrollo de la industria renovable en esa parte del mundo.

También fomentamos la creación de una nueva manera de comprar energía renovable. En los Países Bajos, coordinamos acciones con Akzo Nobel, Philips y DSM para adquirir energía en forma conjunta y dimos a conocer un modelo de cómo esos acuerdos podrían llevarse a cabo en el futuro. "A menudo, las compañías eléctricas actúan como intermediarias", explica Marc Oman, que se unió a Google a principios de 2015 para agilizar nuestros esfuerzos de adquisición de energía y administrar la creciente cartera de energías renovables de la empresa en la región. "En este caso, logramos obtener la energía directamente de los productores". Eso implicó trabajar de forma directa con dos cooperativas holandesas que desarrollaron un proyecto de granja eólica y comprometerse a comprar por adelantado toda su energía para garantizar el financiamiento del proyecto.

Generador anular de una turbina eólica.
Generador anular de una turbina eólica.

Otro acuerdo, firmado en junio pasado, permitió la construcción de un proyecto de 50 turbinas con capacidad de 160 MW en Tellenes, Noruega. Fue la primera vez que el país conformó una asociación internacional para crear una granja eólica. Bancos alemanes y holandeses prestaron capital, una firma de inversión ayudó a financiar el proyecto y Google acordó comprar toda la energía a un precio fijo, un factor clave para asegurar el financiamiento. Noruega tiene una larga historia en materia de energía hidroeléctrica, pero los proyectos de energía eólica eran pocos. Andrew Hyland, dedicado a las relaciones de política y comunidad en la UE, comentó: "El día que anunciamos este acuerdo, el ministro noruego de Energía twitteó: 'Hoy es un día de felicidad'".

Sin lugar a dudas, estas iniciativas ayudan a Google de forma directa, aunque también tuvieron un impacto mucho más amplio. La computación en la nube y la inteligencia artificial son sectores de crecimiento rápido, que continuarán necesitando centros de datos y consumirán cantidades significativas de electricidad a medida que aumenten su escala para cumplir con la demanda de los clientes. El interés global por las energías renovables aumentará a medida que los operadores de los centros de datos vean los beneficios que puede aportar a sus empresas. El futuro necesita centros de datos, pero ese futuro también depende de la energía renovable.

En efecto, en los años transcurridos desde que Google fue pionero en la adquisición corporativa de energía limpia a gran escala, muchos otros siguieron su ejemplo. Actualmente varias empresas grandes están firmando PPAs, y Oman cree que, a medida que el mercado evolucione, las empresas más pequeñas también recurrirán a las energías renovables, quizás formando agrupaciones de mayor tamaño. "En última instancia, nuestro objetivo es que todas las redes en las que operamos estén libres de carbono. Queremos tener energía limpia disponible siempre que la necesitemos, las 24 horas, todos los días". Todo parece indicar que, cuando lo logremos, los vientos nórdicos nos habrán ayudado a llegar a destino.